Baños con ducha: prácticos y ecológicosCada vez somos más las que preferimos la ducha a la bañera. Una bañera puede ofrecernos baños relajantes, pero una ducha ocupa menos espacio, es más práctica porque su acceso es más cómodo, es más rápida de usar y ahorra agua.Así que si no tienes sitio, eres práctica, no te gusta gastar agua de más y te gusta empezar el día con una ducha rápida... ¡Descubre aquí cómo actualizar tu baño!
¿Dónde la pongo?Dependerá de la forma de tu baño, de sus dimensiones y de la localización de los bajantes. Si tu baño es rectangular, no lo dudes: ubícala en la pared del fondo. Si la sitúas junto a una ventana y la cierras con mamparas de cristal, conseguirás un baño de luz cada mañana. Si tu baño tiene planta irregular, aprovecha un saliente o un espacio entre columnas. Y si es cuadrado y tienes una bañera que quieres conservar o un precioso modelo que has encontrado en un rastrillo, coloca la ducha junto a ella para unificar la zona de aguas. Porque esa es otra opción: si en tu baño tienes mucho espacio, puedes optar por tener bañera y ducha. La ducha la usarás para el día a día; y si una noche necesitas un buen baño relajante...
¿De obra o prefabricada? Tú decidesValora antes las ventajas e inconvenientes de cada sistema. Las de obra se pueden personalizar totalmente. Esta opción se ajusta a espacios difíciles, pequeños o irregulares. Permite todo tipo de revestimientos, por lo que podrás integrarla perfectamente en el baño. Eso sí, elige siempre un material antideslizante y muy resistente al agua para evitar caídas y facilitar el mantenimiento.
Si te decantas por una ducha prefabricada, podrás elegir entre una gran variedad de modelos y diseños. Las de materiales clásicos, de cerámica o loza, son las más resistentes. Los acrílicos, más frágiles, pueden provocar algún problema de filtración en contacto con la pared. Ten en cuenta que los tamaños estándar de las duchas de serie van desde los de 70 cm de lado, los más comunes, hasta las de gran formato, de 100 a 170 cm de lado. El grosor medio es de 7 cm, aunque los modelos extraplanos, a ras de suelo, están en auge. Y asegúrate de que la ducha disponga de cierta inclinación: de lo contrario no evacuará correctamente el agua.
¿Dónde la pongo?Dependerá de la forma de tu baño, de sus dimensiones y de la localización de los bajantes. Si tu baño es rectangular, no lo dudes: ubícala en la pared del fondo. Si la sitúas junto a una ventana y la cierras con mamparas de cristal, conseguirás un baño de luz cada mañana. Si tu baño tiene planta irregular, aprovecha un saliente o un espacio entre columnas. Y si es cuadrado y tienes una bañera que quieres conservar o un precioso modelo que has encontrado en un rastrillo, coloca la ducha junto a ella para unificar la zona de aguas. Porque esa es otra opción: si en tu baño tienes mucho espacio, puedes optar por tener bañera y ducha. La ducha la usarás para el día a día; y si una noche necesitas un buen baño relajante...
¿De obra o prefabricada? Tú decidesValora antes las ventajas e inconvenientes de cada sistema. Las de obra se pueden personalizar totalmente. Esta opción se ajusta a espacios difíciles, pequeños o irregulares. Permite todo tipo de revestimientos, por lo que podrás integrarla perfectamente en el baño. Eso sí, elige siempre un material antideslizante y muy resistente al agua para evitar caídas y facilitar el mantenimiento.
Si te decantas por una ducha prefabricada, podrás elegir entre una gran variedad de modelos y diseños. Las de materiales clásicos, de cerámica o loza, son las más resistentes. Los acrílicos, más frágiles, pueden provocar algún problema de filtración en contacto con la pared. Ten en cuenta que los tamaños estándar de las duchas de serie van desde los de 70 cm de lado, los más comunes, hasta las de gran formato, de 100 a 170 cm de lado. El grosor medio es de 7 cm, aunque los modelos extraplanos, a ras de suelo, están en auge. Y asegúrate de que la ducha disponga de cierta inclinación: de lo contrario no evacuará correctamente el agua.